Salud durante el embarazo: ¿cuál es la mejor EPS o la mejor prepagada para una gestante en Colombia?

Durante el embarazo, el a una buena atención en salud y un cuidado gineco obstétrico de calidad es fundamental para la salud tanto de la madre como del niño. En Colombia, como en muchas otras partes del mundo, esa atención varía, dependiendo de si la gestante es atendida por el sistema público de salud o a través de una póliza privada o seguro de medicina prepagada.

Es clave señalar que las Entidad Promotora de Salud (EPS) están obligadas a prestar todos los servicios necesarios para que una mujer tenga un embarazo que no implique riesgos; sin embargo, aquellas que tiene a un servicio de salud privado tienen a su disposición un conjunto de coberturas más amplias y especialistas que en algunos casos no están disponibles dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud.

Sumado a ello, la grave crisis financiera que viene afectando al sistema desde hace algunos meses también incide en la prestación de servicios de salud para mujeres gestantes, lo que impacta en la vida del bebé y de la madre. Además, el cierre de unidades hospitalarias para recién nacidos en hospitales públicos y clínicas de todo el país es también un factor a considerar.

A diferencia del sistema público, la medicina prepagada y las pólizas de salud ofrecen atención sin filas, sin tutelas y, en muchos casos, con ginecólogos asignados desde el día uno. La diferencia más notoria es la personalización: estos planes y programas incluyen acompañamiento continuo, ecografías avanzadas, a clínicas de alto nivel y cobertura para el recién nacido.

Eso sí, con precios mensuales que pueden ser elevados y que arrancan desde los $ 180.000 e incluso pueden superar los $ 500.000, dependiendo del programa. Sin embargo, estos costos pueden variar dependiendo del tipo de plan o programa contratado.

Las EPS están obligadas en Colombia a cubrir todo el proceso de gestación, desde la captación temprana antes de la semana 10, hasta el parto y el seguimiento posnatal. El sistema, sin embargo, presenta disparidades entre lo que está en el papel y lo que se vive en los hospitales.

Si bien no existe un ranking o medición que analice cuál es la mejor EPS para una mujer gestante, el Ministerio de Salud publica anualmente el ‘Sistema de Evaluación y Calificación de Actores’, un informe que evalúa el desempeño de las EPS, usando indicadores de salud maternoinfantil como la captación temprana de gestantes; el tamizaje para VIH, sífilis y hepatitis B; las consultas de nutrición; la razón de mortalidad materna; y la tasa de tutelas y quejas de afiliados.

“En el tamizaje de gestantes para VIH, Sífilis y Hepatitis B se muestra un avance para los últimos años con una tendencia al aumento, lo que muestra el mejoramiento de la calidad de la atención a la persona gestante, minimizando el riesgo de transmisión materno infantil por estas causas alcanzando una cobertura del 88,4 %. En cuanto a la cobertura de gestantes con consulta de nutrición, se evidencia un avance, sin embargo sigue están por debajo de lo esperado, por lo que se identifica que las EPS e IPS deben generar estrategias para aumentar la cobertura”, señala el estudio del Ministerio de Salud publicado este año con datos de 2024.

En ese sentido, según los datos del reporte del ‘Sistema de Evaluación y Calificación de Actores’, las mejores EPS para mujeres embarazadas, es decir aquellas con menos quejas y tutelas y mejor atención, serían las siguientes:

Es clave señalar que en los últimos meses, se han registrado cierres de unidades completas o camas para atención pediátrica, neonatal y obstétrica en Medellín, Bogotá y Cali; en IPS como la Clínica Andes en Boyacá, el Hospital San Ignacio, la Clínica Colombia y la Clínica Farallones de Cali.

Un factor que ha sido clave para el cierre sostenido de unidades pediátricas en el país, coinciden los expertos, es la rentabilidad. Según la pediatra y presidenta del Colegio Médico de Cundinamarca y Bogotá, Clemencia Mayorga, el cuidado pediátrico y neonatal genera baja rentabilidad, ya que los altos costos de medicamentos, exámenes y procedimientos dejan un margen mínimo. Por ello, en tiempos de crisis económica, las IPS suelen recortar primero en unidades de recién nacidos y atención de partos.

Diocel Lancheros, presidente de Sicolped, coincide con esta opinión y advierte que el cierre de camas aumenta el riesgo para los recién nacidos en momentos críticos de atención médica. Además, señala que esto reduce la capacidad de atención, ya que, aunque los cierres se concentran por ahora en grandes ciudades, el impacto sería aún mayor si se deshabilitan camas en ciudades intermedias o municipios pequeños.

En ese sentido, es clave considerar que muchas de estas clínicas y hospitales que hoy tienen convenios con EPS a través del Sistema General de Seguridad Social en Salud pueden a futuro no tener disponible a algunos servicios materno infantiles, dada la actual crisis del sistema.

Si se cuenta con los recursos económicos y el embarazo es planificado, una póliza privada es la opción más segura y eficiente. Pero si no hay posibilidad de pagar un cargo mensual que puede ser elevado, las mejores EPS —como Sura, Sanitas o Compensar— aún pueden garantizar una experiencia de atención positiva si se sabe gestionar con anticipación y si se habita en grandes ciudades dle país.

EDWIN CAICEDO

Periodista de Medioambiente y Salud

@CaicedoUcros