Desde 2023, Colombia está en el peor pico de dengue de su historia

El dengue está disparado. Según el Instituto Nacional de Salud (INS), diversas regiones del país están registrando un brote de dengue, que inició desde 2023 y que a lo corrido de este año ya alcanza 389 víctimas mortales confirmadas (118 hace dos años, 229 en 2024 y 42 en 2025; además, 79 se encuentran en estudio), entre niños y adultos.

Las cifras del INS también evidencian un incremento preocupante en los casos de dengue, pues el año pasado se reportaron más de 320.000, la mayor cantidad de diagnósticos en la historia de Colombia. De estos, 110.000 tuvieron que ser hospitalizados. En lo que va de 2025, se han registrado un total de 74.946 casos y 26.073 hospitalizaciones.

Con relación a las zonas con mayor incidencia de contagio, la entidad informa que Meta y Córdoba son los departamentos más afectados, con más de 6.000 casos; Santander y Antioquia, por encima de los 5.000; Norte de Santander, Tolima y Cartagena, que superan los 4.000 casos, y Valle del Cauca, Cundinamarca y Putumayo, con más de 3.000 casos.

Ante esos datos, el país sigue en alerta máxima frente a esta enfermedad y más aún si se tiene en cuenta que este año algunas regiones están mostrando un incremento en los casos con respecto al mismo periodo de 2024. Eso, según el INS, está sucediendo en Vichada (+798%), Sucre (+236%) y Córdoba (+210%).

“Aunque el virus del dengue y los mosquitos que transmiten el dengue (Aedes Aegypti y Aedes Albopictus) no distinguen entre edades, los más jóvenes han sido los principales afectados por la enfermedad”, revela el Instituto Nacional de Salud, y agrega que cerca del 50 por ciento de los casos se han presentado en personas entre los 0 y los 19 años.

A su vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el riesgo de terminar hospitalizado por dengue aumenta en las segundas infecciones, debido a que el dengue tiene cuatro variantes que pueden generar una infección y una respuesta inmunológica diferente, ya que en Colombia la variante que más prevalece es la que se asocia con las formas más graves del dengue.

Lo que más preocupa al ente global es que no existe un tratamiento específico para combatir al dengue, razón por la cual los esfuerzos se deben centrar en fortalecer la prevención.

De igual manera, aunque la OMS ha señalado que la mortalidad por dengue es menor al uno por ciento, tanto el Instituto Nacional de Salud como el Ministerio de Salud alertan por el incremento de los casos y por las cifras en números absolutos, ya que el número de muertes por dengue está superando el registrado en otros brotes recientes como el de fiebre amarilla (muertes por dengue desde el brote de 2023 hasta la fecha: 389, muertes por fiebre amarilla desde el inicio del último brote el año pasado: 45).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que la mortalidad por dengue debe mantenerse por debajo del 0,6 por ciento. No obstante, y pese a que el país logró estar dentro de esas cifras, los datos de ese organismo y del INS revelan que en 2024 se duplicaron o triplicaron esas cifras en algunos departamentos como Putumayo, Huila, Guainía y Valle del Cauca.

Para la OMS, otros factores que no ayudan a disminuir la mortalidad por dengue son la falta de atención temprana, la desinformación y la baja percepción de riesgo. Esto hace que las muertes sigan siendo una realidad, a pesar de que ahora es una enfermedad inmunoprevenible.

El virus también se ha convertido en una carga económica para el país. Una investigación publicada recientemente en la revista PLoS Neglected Diseases revela que los costos directos e indirectos superan la cifra de $1 billón por año en promedio. Esto es equivalente a más de la mitad del presupuesto de inversión del Ministerio de Salud y Protección Social para 2025.

Todas las medidas de control que estaban disponibles hasta 2023 se estaban implementando en el país.

Entre estas se encuentran el control contra los mosquitos a través del uso de repelentes, fumigación con insecticidas y la eliminación de criaderos; la vigilancia de casos por parte del Instituto Nacional de Salud y de las secretarías de salud departamentales y distritales; y la comunicación adecuada a la población en riesgo sobre estas prácticas y protocolos de manejo para tratar los síntomas.

Sin embargo, a pesar de todo esto, el dengue no se ha podido controlar, por el contrario, enfrentamos el peor pico en casos, hospitalizaciones y muertes observado en la historia del país.

Es por lo anterior, que la vacuna contra el dengue, la cual se encuentra en el país desde 2024, complementa las demás estrategias de prevención para fortalecer las acciones de control frente a las graves consecuencias de esta enfermedad. 

El dengue es una enfermedad tropical transmitida por dos mosquitos, principalmente el Aedes aegypti, los cuales se multiplican por debajo de los 2.300 metros sobre el nivel del mar, por lo que gran parte del territorio nacional puede estar sometido a esta amenaza.

Los síntomas -que suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la picadura- pueden incluir fiebre alta prolongada, malestar general, dolor detrás de los ojos (retroocular), dolor óseo, postración, dolor de cabeza intenso, dolor muscular y articular, náuseas o vómitos, erupciones en la piel y cansancio extremo; 4 de cada 10 casos necesitarán hospitalización. 

Algunos pueden terminar en dengue grave (daño de múltiples órganos o hemorragia severa). Al no existir ningún tratamiento, la prevención es fundamental. Por eso se recomienda eliminar criaderos de mosquitos, usar repelente de insectos, usar mosquiteros en puertas y ventanas, y recordar que ahora también es posible protegerse a través de la vacunación.

Las enfermedades inmunoprevenibles son aquellas para las cuales se tiene una vacuna. Esta permite que el sistema de defensa del cuerpo se prepare antes de que ocurra una infección. Cuando una persona vacunada se expone a infecciones, el sistema de defensa las reconoce y es capaz de montar una respuesta más efectiva y rápida.

Las vacunas se consideran como una de las estrategias más avanzadas en la medicina moderna y han mejorado considerablemente la calidad de vida mediante la reducción o la eliminación de diferentes enfermedades infecciosas.

Con la vacuna contra el dengue es posible reducir la probabilidad de infectarse y/o de terminar hospitalizado por esta enfermedad.

Esta vacuna fue creada hace más de 15 años y fue estudiada en cerca de 30.000 participantes de 13 países -incluido Colombia, país en el que se incluyeron cerca de 4.000 participantes provenientes de zonas como Cali, Yopal, Aguazul y Acacías-; para determinar su eficacia y seguridad se hicieron más de 19 estudios clínicos que contaron con investigadores colombianos y que llevaron a su aprobación por las entidades regulatorias de más de 40 países alrededor del mundo y a tener la recomendación de implementación a nivel público por la OMS.

Esta vacuna cuenta con el aval de la Sociedad Colombiana de Pediatría y de la Asociación Colombiana de Infectología.

Sí. Esta vacuna es eficaz y segura en personas a quienes les haya dado dengue y también en los que nunca han estado expuestos al virus. Son dos dosis y ofrece protección a partir de los 14 días después de la primera dosis. En Colombia, el Invima la aprobó para personas desde los 4 y hasta los 60 años, y está contraindicada en mujeres embarazadas o que estén en periodo de lactancia, personas con deficiencias del sistema inmunológico o que reciban medicamentos que bajen las defensas. 

Es importante resaltar que esta vacuna debe complementarse con las acciones preventivas contra los mosquitos, que transmiten otras infecciones como la fiebre amarilla, el chikunguña o zika.