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Investigación
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Capturas, interceptaciones e informante: así va la investigación por el atentado contra Miguel Uribe
Pesquisa se extiende a 3 países. Buscan a 2 sujetos. ¿Alguien intentó llegar a habitación donde estaba el sicario?
En el centro el senador Miguel Uribe. A la izquierda Carlos Mora González, conductor del Spark. A la derecha el sicario y sus señalados cómplices. Foto: Archivo particular
Unidades del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía, al mando de un mayor de apellido Rocero, coparon el tercer piso y puntos estratégicos de la Clínica Colombia, a donde fue llevado el joven sicario que disparó contra el precandidato a la Presidencia y senador Miguel Uribe Turbay, el sábado 7 de junio, hacia las 5:30 de la tarde, en medio de un mitin político en un parque del barrio Modelia, occidente de Bogotá.
El sicario, de 15 años, llegó a urgencias una hora después de ejecutar el atentado, con golpes en su rostro y un disparo en su pierna derecha. Para ese momento, tan solo era custodiado por uniformados de un cuadrante de la Policía, lo que llevó a la Procuraduría y a la Defensoría del Pueblo a pedir refuerzos inmediatos.
El presidente Gustavo Petro en Cali; el carro-bomba en Corinto (Cauca). Foto:EL TIEMPO
Para ambas entidades y para el país es claro que, además de brindarle garantías al llamado menor infractor, el sicario es el eslabón inicial para llegar a sus cómplices y buscar a los autores intelectuales de un atentado que sacudió de nuevo los cimientos del país, que teme volver a la violencia de los 80 y 90.
Durante esas dos décadas, el narcoterrorismo de Pablo Escobar dejó una estela de crímenes de políticos de todas las orillas ideológicas, de jueces de la República, de ministros de Estado, de de la fuerza pública, de civiles y de periodistas, incluida Diana Turbay, la madre de Miguel Uribe.
Pero en este caso aún no se sabe de dónde vienen las balas que buscan impactar al país en medio de otros dos hechos que agitan la agenda nacional: uno político y otro de orden público.
El presidente Gustavo Petro firmando el decreto para convocar la consulta popular. Foto:@petrogustavo
En medio de una escalada terrorista en el suroccidente del país –que incluyó carros-bomba en Cauca y Valle, que dejan 7 muertos y decenas de heridos-, el presidente Gustavo Petro anunció el jueves en una manifestación en Cali la firma del llamado ‘decretazo’. Este convoca a una consulta popular para impulsar su reforma laboral, a pesar de que avanza un articulado paralelo en el Senado, ahora sin el voto de Uribe Turbay.
La curul del senador permanece llena de flores, su foto y una bandera de Colombia; y él, completa una semana luchando por su vida tras recibir dos impactos de bala 9 milímetros en su zona craneal, que han obligado a los médicos de la Fundación Santa Fe a someterlo a intervenciones cerebrovasculares.
En el tablero judicial, además de las imágenes de decenas de cámaras de seguridad y de celulares que registraron tanto el atentado como a potenciales cómplices, la primera pieza clave de la investigación es el sicario, que volvió a abrir el debate sobre la edad en la que este tipo de delincuentes deben ser procesados como adultos: hoy es a partir de los 18 años.
A mitad de semana, el ministro del Interior, Armando Benedetti, señaló que no se descartaba que el cabecilla de las disidencias de las Farc, ‘Iván Mordisco’, estuviera detrás tanto de la escalada terrorista como del atentado a Miguel Uribe. Pero el delincuente hizo saber que “las unidades de las Farc-EP no planificamos, ordenamos o ejecutamos ninguna acción contra el político en cuestión”. Sin embargo, ninguna hipótesis se descarta.
Precandidatos y partidos salieron a reclamarle al gobierno Petro garantías en seguridad de cara a la campaña Presidencial del 2026, tras quedar en evidencia la debilidad y errores del esquema de seguridad de Uribe Turbay. Mientras tanto, la Fiscalía, y la Policía lograron un avance clave dentro de la investigación.
A partir de dos interrogatorios rendidos por el sicario, en presencia de una defensora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) que funge como su tutora temporal, el lunes entregó información relevante.
Narró cómo había llegado al lugar del atentado. a las 3:32 de la tarde para recorrer la zona y evaluar por qué calles escapar. Además, dijo que fue ado por celular para que abordara un carro Spark gris del que suministró placas ese día.
EL TIEMPO reveló en primicia la participación de los ocupantes de ese carro en el atentado. Ya para ese momento, la Dijín tenía en su poder una decena cámaras de seguridad con imágenes del vehículo.
“Dijo que él presentía que algo iba a salir mal, que no le gustó que le dijeran que se quitara la gorra y que el que lo contrató era poderoso y peligroso”, aseguró un allegado al caso. Y agregó que en el Spark un sujeto al que le dicen ‘el Costeño’, le pidió también la chaqueta y el celular, y le entregó la pistola Glock ya cargada.
El visitante y el taxi
El joven que disparó contra Miguel Uribe permanecía en la clínica Colombia. Foto:Archivo particular
Dos personas cercanas a la investigación le dijeron a EL TIEMPO que en una de las reuniones para evaluar los avances, donde había de la Policía, se señaló que hubo una visita inusual a la Clínica Colombia de un hombre que habría llegado hacia las 11 de la noche del lunes preguntando por el sicario.
“El ingreso a la UCI estaba restringido y ni siquiera al tío y a la abuela del menor infractor se les permitió subir. Esa novedad no fue informada, pero sí se ventiló en una reunión y hay una congresista preguntando”, le aseguró a este diario una alta fuente del gobierno Petro.
Y agregó que se verifica qué rol cumplió un hombre que estuvo presente en la persecución del sicario, lo golpeó violentamente en el rostro y luego se subió a un taxi que ya está siendo ubicado. La hipótesis es que buscaban que el joven fuera identificado e incluso herido de muerte en la reacción de los escoltas.
Víctor Mosquera, abogado de familia de Miguel Uribe. Foto:César Melgarejo/ET
Pero Ricardo Céspedes, el escolta de la Unidad Nacional de Protección (UNP) que neutralizó al sicario, le disparó en una pierna y de la Policía evitaron que dos sujetos lo lincharan y apuñalaran. El que huyó en el taxi alcanzó a decir: “Yo no pierdo nada. Este h.p. se ganó su puñalada”.
Lo concreto es que, desde el lunes en la noche, se inició la búsqueda del vehículo y se anclaron retenes en Bogotá. La versión es que el conductor del Spark se vio atrapado y se entregó.
Víctor Mosquera Marín, el abogado de Miguel Uribe y de su familia -que contrató a investigadores privados para contribuir en la investigación-, anunció el jueves desde la Fundación Santa Fe que el conductor del Spark había sido capturado.
La pista en Ecuador
Carlos Eduardo Mora González, es el conductor del Spark. Foto:EL TIEMPO
Se trata de Carlos Eduardo Mora González. EL TIEMPO reveló que es colombo-venezolano y que tiene un proceso abierto en Florencia (Caquetá) por porte ilegal de armas.
El sujeto, nacido en Carabobo y quien tiene en sus redes información de pistolas, municiones y de una academia de formación de investigadores y criminalística, también entregó datos relevantes para la investigación.
Este diario reveló que Mora –cuyo rastro en Venezuela ya se sigue– dijo que solo era el chofer de ‘el Costeño’, el hombre que se ve bajando del Spark con una mujer, poco después de que el sicario bajó con el arma.
Ahora se indaga si es la misma ‘Gabriela’ que pidió el servicio de la moto que llevó al sicario a Modelia. La mujer es clave dentro de la investigación porque sería la pareja de 'el Costeño' y habría llevado el arma en su bolso rosado.
Además, sería la dueña del apartamento en Plaza de las Américas donde pernoctaba ‘el Costeño’.
Mora –a quien se le imputó tentativa de homicidio, porte ilegal de armas y uso de menor con fines delictivos– agregó que el miércoles 4 de junio llevó a ‘el Costeño’ a un bar con prostitutas y el jueves 5, a hacer un reconocimiento del sector del atentado.
En ese relato y en el del sicario ha salido a relucir que ‘el Costeño’ recibía instrucciones desde Ecuador de un sujeto al que llaman el ‘Churco’, un articulador del hampa en Colombia. Y Mora ya contó que recogía a su patrón en un apartamento ubicado en Plaza de las Américas, al sur de Bogotá.
¿Filtraron información?
Augusto Rodríguez, cabeza de la UNP, y el presidente Gustavo Petro. Foto:Archivo particular
El dato de la visita de reconocimiento de la escena donde se ejecutó el atentado ha llamado la atención de los investigadores porque Víctor Mosquera, el edil de la localidad de Fontibón que ayudó a organizar el mitin político en esa zona de Bogotá, aseguró que solo el equipo político sabía de ese desplazamiento y que incluso se hizo una avanzada el miércoles 4 de junio con una persona del esquema de seguridad y dos de la campaña.
Sin embargo, tan solo se envió la convocatoria oficial el jueves en la noche y para ese momento, los cómplices del sicario ya habían ido a recorrer la zona.
Los delincuentes que planearon el atentado también sabían que el dispositivo de seguridad del senador estaba mermado porque al menos tres se fueron de descanso. Augusto Rodríguez, cabeza de la UNP, itió que era un esquema de seguridad precario.
El edil Víctor Mosquera (al fondo) y el concejal Andrés Barrios (derecha) estuvieron en el mitin. Foto:Oficina de prensa del concejal Andrés Barrios
Y el presidente Gustavo Petro, que ha venido entregando datos clave de la investigación que lidera la Fiscalía, aseguró que el precandidato y senador de la oposición venía siendo seguido y que incluso se tendría conocimiento hasta del colegio de su pequeño hijo.
Además, reveló que el sicario estuvo dos meses en el programa presidencial ‘Jóvenes en Paz’, pero dijo que no asistió a clases.
EL TIEMPO estableció que funcionarios del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (IDIPRON), lo ubicaron en mayo de 2025 en la localidad de Santa Fe. El dato cobra relevancia porque lo primero que dijo el sicario cuando le preguntaron por sus cómplices, fue: “Suéltenme y les doy los números, fue el man de la olla”, haciendo referencia a un cabecilla de un expendio de droga que él frecuentaba.
Glock e interceptaciones
Este fue el lugar donde Miguel Uribe fue víctima del atentado. Foto:CEET
Ahora, el sicario y cuatro de su núcleo familiar están en el programa de Protección de Testigo de la Fiscalía y de infractor pasó a informante, aunque se le imputó tentativa de homicidio y porte ilegal de armas.
La pistola -que fue adquirida en Arizona de manera legal por un hombre identificado como Charles Joe Anderson- saltó a Miami y luego a Bogotá. Esa es otra de las pistas clave. Dos armas de similares aparecieron en manos de un cirujano venezolano en un reciente proceso contra una red de tráfico de armas y municiones que implica a policías.
EL TIEMPO estableció que dentro de la investigación del atentado ya se ordenaron allanamientos, entrevistas e incluso interceptaciones. Además que son inminentes nuevas capturas.
Luz Adriana Camargo, fiscal general; y Carlos Fernando Triana, director de la Policía. Foto:Archivo particular
Mientras tanto, en una entrevista a CNN, el presidente Gustavo Petro aseguró que una ‘Oficina’ mafiosa, muy lejos de Bogotá, está detrás del atentado.
Por ahora, la fiscal Luz Adriana Camargo optó por retirar de las pesquisas a la UNP y a la Dirección Nacional de Inteligencia, que dependen del Ejecutivo.