Esta es la dieta que le ayudará a prevenir la demencia, enfermedades neurodegenerativas y el deterioro cognitivo

La dieta MIND, desarrollada por la Universidad Rush en Estados Unidos, propone una combinación de dos planes alimenticios ampliamente reconocidos: la dieta mediterránea y la DASH (Diseño Alimentario para Detener la Hipertensión). 

Esta fusión tiene un propósito claro: preservar la salud cerebral y prevenir el deterioro de las funciones cognitivas, incluyendo enfermedades como el Alzheimer y otros trastornos neurodegenerativos.

Dirigida especialmente a personas mayores o con antecedentes familiares de demencia, este plan también puede ser adoptado por quienes buscan un estilo de vida más saludable desde temprana edad. 

Está centrado en el consumo de alimentos que promueven el buen funcionamiento del cerebro, reduciendo así el riesgo de daño neuronal.

(De interés: Siga estos cinco hábitos para reducir el riesgo de demencia en adultos mayores).

La estructura de la dieta MIND contempla grupos de alimentos con propiedades específicas para cuidar la mente. Los productos recomendados incluyen:

Este enfoque nutricional, inspirado en los hábitos alimenticios tradicionales de las comunidades del Mediterráneo, busca fortalecer las capacidades mentales a través de nutrientes esenciales. 

En conjunto, estos alimentos aportan antioxidantes, grasas saludables y compuestos antiinflamatorios, factores que resultan fundamentales para mantener el cerebro en buen estado.

Uno de los expertos que ha profundizado en los efectos de esta dieta es el Dr. Song-Yi Park, profesor asociado de la Universidad de Hawái en Manoa. Su labor investigativa ha sido referida por distintos medios debido a sus aportes en el campo de la nutrición cerebral. “La dieta MIND muestra una reducción de riesgo en complicaciones neuronales para quienes la consumen”, concluyó.

Park, junto a un equipo de investigadores, evaluó la alimentación de 93 mil ciudadanos en Estados Unidos. Como resultado, se observó una disminución del 9 % en el riesgo de desarrollar demencia senil, logro directamente asociado con los cambios alimentarios que siguieron los participantes del estudio.

(Lea: No es solo perder la memoria: hay una señal en la cara que revela posible inicio de demencia en mayores).

De acuerdo con los hallazgos obtenidos, los alimentos incluidos en la dieta MIND actúan positivamente sobre la memoria y la capacidad de concentración. Gracias a su alto contenido de antioxidantes, omega-3 y sustancias antiinflamatorias, se consigue una reducción del estrés oxidativo, que suele ser uno de los principales detonantes del deterioro cognitivo con el paso de los años.

Asimismo, al promover la inclusión de granos integrales y la reducción de grasas saturadas, se evidencian beneficios cardiovasculares notables. 

Esto se refleja en mejoras en la presión arterial, niveles de colesterol y la circulación sanguínea en el cerebro, condiciones indispensables para preservar un funcionamiento neurológico saludable a largo plazo.

El Universal (México) / GDA.