El juego, ya sea en línea o en locales físicos, juega un papel significativo en la industria del entretenimiento en Hispanoamérica. En España y América Latina, el juego ha evolucionado con marcos regulatorios distintos que configuran cómo se gestiona y se experimenta esta actividad por parte de los jugadores.
El juego, ya sea en línea o en locales físicos, juega un papel significativo en la industria del entretenimiento en Hispanoamérica. En España y América Latina, el juego ha evolucionado con marcos regulatorios distintos que configuran cómo se gestiona y se experimenta esta actividad por parte de los jugadores.
El marco regulatorio en España
El sector del juego en España es robusto y está bien regulado, asegurando tanto la seguridad de los consumidores como la integridad de los juegos. La Ley de Ordenación del Juego, que se aprobó en 2011, sentó las bases para la regulación de varias formas de juego en línea y fuera de línea. La ley distingue entre varias actividades de juego, incluyendo apuestas deportivas, juegos de casino y loterías, cada una sujeta a su propio conjunto de reglas y órgano regulador.
Uno de los aspectos notables de las regulaciones del juego en España es la división de autoridad entre el gobierno nacional y los gobiernos regionales. Mientras que el gobierno nacional supervisa los
casinos online legales en España, a través de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), las autoridades regionales gestionan los casinos terrestres y los puntos de juego. Este sistema dual permite enfoques adaptados que consideran las necesidades y preferencias locales.
Según la DGOJ, el sector del juego en línea en España ha visto un crecimiento constante, con ingresos que alcanzaron los 850.7 millones de euros en 2020, un aumento del 13,7 por ciento respecto al año anterior. Este crecimiento destaca la creciente popularidad del juego en línea entre los españoles y subraya la efectividad del marco regulatorio para fomentar un entorno seguro para los jugadores.
Las leyes de juego en América Latina
En contraste con el enfoque estructurado y unificado de España, América Latina presenta un panorama más fragmentado con cada país teniendo su propio conjunto de regulaciones y grado de aplicación regulatoria. Países como Argentina, Brasil y Colombia han hecho avances significativos en la regulación del juego, mientras que otros están en proceso de desarrollar o refinar sus marcos legales.
Argentina:
Argentina es única por sus gobiernos provinciales que tienen el poder de regular el juego como lo consideren conveniente. Esto ha resultado en un mosaico de regulaciones, haciendo que el entorno legal sea bastante complejo tanto para operadores como para jugadores. Buenos Aires, por ejemplo, ha avanzado recientemente en la regulación del juego en línea, abriendo un mercado nuevo y lucrativo.
Brasil:
El país más grande de la región ha tenido históricamente una postura estricta sobre la mayoría de las formas de juego. Sin embargo, desarrollos recientes sugieren un cambio hacia un marco regulatorio más abierto. La Ley de Legalización de las Apuestas Deportivas, aprobada en 2018, en la que todavía se está trabajando, busca establecer las bases para las apuestas deportivas legales, con la expectativa de que traerá ingresos significativos e interés en liberalizar aún más el sector del juego.
Colombia:
Nuestro país merece una mención especial como líder en regulación del juego en América Latina. Se convirtió en el primer país de la región en establecer un mercado de juego en línea regulado. Según Coljuegos, el regulador colombiano del juego, el sector en línea generó para el periodo de enero a diciembre del 2022, el recaudo del año alcanzó los
796.536 millones de pesos por concepto de juegos nacionales, lo que representa un aumento del 18 por ciento, al compararlo con el mismo periodo del año anterior. El éxito de Colombia se ha convertido en un modelo para otros países de la región, demostrando los beneficios de un ambiente de juego bien regulado.
Impacto en los jugadores
Para los jugadores en España y América Latina, estos entornos regulatorios significan diferentes cosas. En España, los jugadores disfrutan de un alto nivel de protección, con seguro a una amplia variedad de actividades de juego en línea y fuera de línea. En contraste, los jugadores en América Latina enfrentan una experiencia más variada dependiendo de las regulaciones específicas de su país. En países con leyes claras y liberales, como Colombia, los jugadores pueden disfrutar de protecciones y ofertas similares a las de España. Sin embargo, en naciones con marcos legales más estrictos o menos desarrollados, los jugadores a menudo recurren a mercados no regulados, lo que puede representar riesgos significativos.