Recuperación del río Bogotá está a pocos meses de dar un paso clave; ¿cómo va el demorado proyecto de saneamiento?

Si todo sale como está planeado, en el segundo semestre del año, las aguas contaminadas de los ríos Fucha y Tunjuelo, que hoy son descargadas en el río Bogotá, empezarán a tener un tratamiento.

La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) espera que en septiembre próximo entre a operar la subestación de energía que alimentará a la estación elevadora de Canoas y a la futura Ptar Canoas.

La subestación está en construcción y ya tiene conexión con el sistema interconectado nacional, a través de una segunda subestación, la del Río.

Según la gerente del Acueducto de Bogotá, Natasha Avendaño, con la energización de la estación elevadora se podrán iniciar las pruebas de los colectores e interceptores que recogerán buena parte de las aguas residuales que produce la capital y que hasta ahora circulan por el Fucha y el Tunjuelo.

La red de canales, con cerca de 49 km de longitud, está construida desde hace más de una década, con el fin de conducir el 70 por ciento de las aguas servidas que genera la ciudad y el 100 por ciento de las de Soacha, hasta la vereda Canoas, en jurisdicción del vecino municipio.

Aunque los interceptores eventualmente se podrían poner en operación antes que la estación elevadora y así llevar las aguas residuales directamente al río -más abajo de  Bogotá-, la decisión ha sido que estos empiecen a funcionar una vez entre la estación, que es necesaria para subir esas aguas a la superficie y entregarlas tratadas en el importante espejo de agua de la ciudad.

EL TIEMPO estuvo recorriendo las obras de la estación elevadora de Canoas, una monumental obra infraestructura de saneamiento básico que se construye en el municipio de Soacha, muy cerca del río Bogotá.

De acuerdo con Avendaño, este proyecto se encuentra en un 93,3 por ciento de avance. Al mismo tiempo, se adelanta la terminación de la energización del complejo de saneamiento de Canoas.

La estación elevadora es una estructura que se construye desde hace varios años en la misma zona donde estará la Ptar Canoas y cumplirá la función de recibir las aguas negras a unos 40 metros de profundidad y elevarlas hasta 51 metros, para que sean entregadas a la planta de tratamiento de aguas residuales de Canoas, más conocida como Ptar Canoas.

Si bien dicha planta todavía es un proyecto que se espera salga a licitación para la construcción entre finales de 2025 y principios de 2026, la estación elevadora cumplirá un proceso previo que es igualmente importante en el objetivo de descontaminar el río.

La estación tiene un valor estimado de 407.970 millones de pesos y consta de dos enormes pozos: uno de cribado y el otro de bombeo. El caudal promedio que se proyecta recibirá es de 16 m3/s, aunque tiene capacidad para máximo de 32 m3/s.

Con su puesta en marcha no solo se activarán los colectores e interceptores -que sacarán las aguas servidas al menos en el paso del río por la ciudad-, sino que se realizará, además, la remoción de los sólidos superiores a 6 cm de diámetro.

Y si bien el proceso de la estación elevadora será clave en el objetivo de recuperar el río Bogotá, la descontaminación completa, al menos en su paso por la ciudad y por Soacha, será posible una vez esté operando la Ptar Canoas, la planta más grande de América Latina, después de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar), en el estado mexicano de Hidalgo.

El proyecto de la Ptar estuvo estancado cerca de dos años, en los cuales logró superar las discusiones técnicas en el Tribunal istrativo de Cundinamarca, pero no el trámite de la garantía soberana de la Nación a través del Ministerio de Hacienda.

Por eso, el Acueducto de Bogotá decidió, finalmente, sacar adelante la ejecución de la megaobra con créditos con la banca nacional y multilateral que no exigen el aval del Gobierno Nacional.

De acuerdo con la programación del Acueducto, en el segundo semestre del año se abrirá la licitación internacional y la adjudicación será entre finales de 2005 y comienzos de 2026. En este caso, ya hay cuatro firmas precalificadas interesadas.

La construcción de la Ptar, según el Acueducto, podría tomar 6,5 años, incluidos 18 meses de etapa de preconstrucción. A precios de diciembre de 2023, el costo estimado de la obra es de 6,4 billones de pesos.

GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ

Editor de Bogotá

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