Así está hoy el barrio de Engativá donde vivía el joven sicario que disparó contra Miguel Uribe Turbay

Preguntar por ese joven sicario en el barrio Villas de Alcalá (Engativá) es perder el tiempo. Los vecinos dicen no haberlo visto nunca y ni siquiera saber por qué lo buscan. Parece que a los habitantes de los tres conjuntos residenciales que conforman ese sector les estuviera prohibido hablar de lo que ocurrió la tarde del pasado sábado, cuando ese menor de edad le disparó al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay.

En el complejo de casas donde él vivía con su abuela y dos tíos aseguran que no saben quién es. La pregunta los pone nerviosos y, de inmediato, tratan de disimular, sin éxito, que, al igual que casi todo el país, tienen grabado el momento en el que el joven sicario disparó una pistola en repetidas ocasiones, en medio del mitin político.

Parece habérseles olvidado que, en la complicidad de los pasillos de ese conjunto residencial, murmuraron asustados cuando llegó la Policía a hacer el allanamiento o, echando para atrás en los recuerdos, dice uno de los vecinos que le llamó la atención el corte de cabello que él tenía. No es que no sepan del todo, es que no quieren verse involucrados en semejante investigación que adelantan las autoridades.

Frente a esa zona residencial, ubicada en el occidente de la ciudad, hay una zona verde extensa que tiene una cancha de microfútbol y limita con un colegio. Aunque el sitio es punto de encuentro de consumidores, ahí no está ubicada la ‘olla’ de la que habría hablado el menor de edad. Según su versión, desde una ‘olla’ habrían dado la orden de dispararle a Uribe Turbay.

"Se reúne gente a fumar marihuana, pero no la venden ahí. Uno ve a los pelados reunidos, pero no es siempre. El lugar está controlado porque tiene seguridad privada permanente por los parqueaderos que están frente a los conjuntos", cuenta un ciudadano que se atrevió a hablar.

Al respaldo del conjunto donde residía el joven sicario, en los últimos meses se ha configurado un pasaje de ropavejeros y vendedores de artículos de segunda mano, que de alguna manera dinamiza la venta y el consumo de estupefacientes.

Estos comerciantes, con puestos improvisados, están ubicados sobre la transversal 100G, desde el humedal Jaboque hasta la calle 72. A plena luz del día consumen alucinógenos y a los que pasan por allí les van ofreciendo. Compran y venden como quien tiene la seguridad de que su negocio es lícito y no se debe esconder de la ley. Ese sitio, ubicado a escasas tres cuadras de la casa del joven sicario, tampoco es la ‘olla’.

"No lo conozco". "No había escuchado ese nombre". "No sé quién es". Eso es lo que también dicen los jóvenes de los barrios aledaños, que viven sus tardes en parques como La Perla, El Spot de la Abuela o Bosques de Mariana. Menores de edad muy parecidos al hoy procesado tampoco recuerdan haberlo visto caminar por esas calles.

"Recuérdeme el nombre del muchacho. Estoy buscando en la base de datos de la Junta de Acción Comunal del barrio y no me aparece vinculado a ningún programa de acá", en resumen, esa fue la versión de tres líderes de la zona. Del joven sicario no hay rastro en los anaqueles de los talleres gratuitos que ofertan las juntas de acción comunal.

En el CAI Villas de Granada, que atiende el sector donde vivía el joven sicario, tampoco hay rastros de él. En un breve barrido, los uniformados que patrullan el sector no recuerdan haberlo visto vinculado a algún hecho ilícito. De hecho, dicen haberse enterado de su existencia y de que vivía allí con la noticia del atentado que sufrió Miguel Uribe Turbay.

"El sitio donde él vivía es uno de los más seguros de la zona, es el que menos nos genera problemas o reportes de incidentes. Hablando con los compañeros, no recordamos algún problema que haya tenido ese muchacho, porque uno por acá reconoce a los pelados problemáticos, pero de ese no recordamos nada" contó uno de los uniformados que recorre a diario el sector.

Miguel Uribe fue atacado a disparos pasadas las 5:00 p. m. de este sábado 7 de junio, cuando se encontraba en el parque El Golfito, en el sector de Modelia, en la localidad de Fontibón. Las autoridades han podido establecer que el político estaba en un acto de campaña junto con un edil del sector y un concejal de Bogotá.

Minutos después del ataque, el sicario, un joven de 15 años, fue aprehendido mientras intentaba huir. Fue alcanzado por el esquema de seguridad del senador Uribe Turbay. En su poder se halló un arma de fuego con la que cometió el crimen.

El reporte médico emitido por la Fundación Santa Fe, sobre el estado de salud del precandidato presidencial, indica que hay “indicios de una mejoría”, pero su estado sigue siendo crítico. Por su parte, el joven sicario ya fue imputado por los delitos de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas, los cuales no aceptó. El menor de edad se encuentra recluido en el Búnker de la Fiscalía.

Miguel Castellanos 

En X: @LoQueOlvido

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