El paraíso acuático que se esconde en Caldas: aguas cristalinas, senderismo y biodiversidad

En el corazón del departamento de Caldas, el río La Miel se extiende como una joya hídrica en medio de la selva montañosa del oriente caldense. 

Con aguas cristalinas, abundante fauna y flora, y un entorno que invita a la aventura, este afluente se ha convertido en un destino turístico imperdible en Colombia.

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El río La Miel nace en el municipio de Marulanda y culmina su recorrido al unirse con el río Magdalena. En su paso por Caldas, atraviesa paisajes ricos en biodiversidad, formando parte de un ecosistema clave para la región. 

Su curso está embalsado en gran parte desde el sector del río Tasajos (en Samaná) hasta el encuentro con el río Manso y la quebrada Santa Bárbara (en Norcasia). Esta confluencia se conoce como el “triángulo de oro”, un punto de unión entre los municipios de Samaná, Victoria y Norcasia.

Además de su valor ecológico, La Miel también es fuente de energía gracias a la represa Pantágoras, con una capacidad de generación de 396 megavatios por hora, aportando significativamente a la matriz energética nacional.

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Desde Bogotá, los viajeros pueden tomar un bus intermunicipal hacia La Dorada, Caldas, en un trayecto de unas 4 horas. Desde allí, otro bus los llevará a Norcasia en aproximadamente hora y media. 

El ingreso al río es gratuito, aunque existen agencias de turismo que ofrecen recorridos organizados y actividades para vivir la experiencia de manera segura y enriquecedora.

La región ofrece una variedad de actividades que permiten al visitante interactuar con la naturaleza y disfrutar del entorno:

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Una de las experiencias más recomendadas es el recorrido en lancha por el embalse. Durante el trayecto se puede contemplar el paisaje de cañón flanqueado por rocas cubiertas de vegetación. 

En temporada de lluvias, incluso se puede irar una cascada que desciende directamente al río. Se realizan paradas para nadar y disfrutar de las frescas aguas.

Ideal para los más aventureros, esta actividad consiste en dejarse llevar por la corriente del río con chaleco salvavidas. Se alternan tramos serenos con rápidos moderados que elevan la adrenalina. 

Según Leiner Bejarano, fundador de Hikers Colombia Travel, guías capacitados acompañan a los participantes para garantizar su seguridad y evitar obstáculos naturales.

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A ambos lados del río, los árboles sirven de hogar para una rica diversidad de aves, como garzas y patos. También es posible observar monos aulladores en las copas, lo que convierte la travesía en una experiencia de conexión con la vida silvestre.

Las caminatas por la zona tienen una dificultad moderada y permiten explorar la vegetación y geografía del lugar. Se recomienda llevar calzado adecuado, protección solar e hidratación. Contar con guías locales facilita una mejor comprensión del entorno natural.

Las aguas del río, tan claras que permiten ver hasta cinco metros de profundidad, son ideales para hacer snorkeling con máscara. Esta práctica permite observar la vida acuática de forma cercana y respetuosa.

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La Alcaldía de Norcasia, comprometida con el desarrollo turístico sostenible, ha impulsado diversas estrategias para fortalecer la oferta de actividades en torno al río La Miel. 

Una de ellas es la formación de guías turísticos en alianza con el Sena, donde actualmente participan cerca de 36 personas que se preparan para brindar experiencias seguras y de calidad.

Asimismo, el municipio trabaja en la adopción de normativas nacionales e internacionales de turismo responsable, asegurando que cada actividad se realice bajo principios éticos y en armonía con el entorno natural.