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Colombiana cuenta que le negaron la visa a Estados Unidos por tercera vez por estos errores que cometió: '¿Cómo me pregunta eso?'
Lorena Ruiz dijo que el proceso previo se desarrolló con normalidad: consiguió turno en menos de una semana, el trámite de toma de huellas y fotos.
Esta es su experiencia. Foto: Redes sociales /iStock.
A pesar del conocido dicho “la tercera es la vencida”, una joven colombiana volvió a experimentar un rechazo en su intento por obtener la visa para viajar a Estados Unidos.
Así lo contó a través de un video publicado en su cuenta de TikTok @lolo_ruiz, en la que relató, con frustración, cómo su preparación no fue suficiente para superar los nervios que la invadieron durante la entrevista.
Según explicó, el proceso previo al encuentro con el funcionario consular se desarrolló con normalidad: consiguió turno en menos de una semana, el trámite de toma de huellas y fotos fue rápido.
“Entré y salí en menos de cinco minutos”, dijio, e incluso el clima en Bogotá la animaba a pensar que todo saldría bien. “El día anterior, hermoso, sol. Yo dije: ‘Hoy es el día, la tercera de la vencida’”, relató.
Su experiencia sacando la visa. Foto:Redes sociales.
Los nervios le jugaron una mala pasada
La joven señaló que uno de sus principales obstáculos fue su personalidad: “Soy una persona demasiado introvertida”, itió. A pesar de que había ensayado respuestas y se sentía preparada, los nervios terminaron por bloquearla al momento clave.
Dentro del consulado, después de esperar junto a una fila de aproximadamente 300 personas, llegó su turno. Sin embargo, un malentendido la desconcertó desde el inicio.
Los nervios le jugaron una mala pasada a Lorena Ruiz. Foto:Redes sociales.
Creyó que debía esperar a que la llamaran a la ventanilla y se confundió cuando comenzaron a hacerle preguntas sin identificar claramente quién la estaba entrevistando. “Mi cerebro se demoró en procesar qué estaba pasando”, confesó.
Errores en la entrevista: la confusión con un viaje a España
El primer tropiezo ocurrió al explicar el motivo de su viaje. Si bien respondió con sinceridad —quería visitar Nueva York, Central Park y Times Square—, no logró expresarse con claridad. La entrevistadora le pidió repetir la respuesta, pero ya se sentía desorientada.
El segundo y más determinante error ocurrió cuando la cónsul le preguntó por la fecha exacta de un viaje que había hecho a España. En medio del nerviosismo, respondió que había sido en 2014, aunque en realidad había viajado entre enero y febrero de 2024. Aunque se corrigió de inmediato, ya era tarde. “¿Cómo me preguntan eso?”, exclamó en el video, aún incrédula.
Consciente del impacto de su equivocación, concluyó: “Creo que la cónsul me vio y dijo: ‘No sabe ni dónde está parada’”. Poco después, recibió el papel que confirmaba el rechazo del trámite.
La joven también compartió que este fue su tercer intento. En la primera ocasión, su situación laboral no era la adecuada. En la segunda, cometió un error al completar el formulario: “Me equivoqué en la ciudad de nacimiento, no sé por qué puse otra ciudad”.
En esta tercera ocasión, consideraba que todo estaba en orden: la documentación era “correcta y real”, y había practicado lo suficiente. Pero los nervios pudieron más. “Me ganó el nerviosismo”, lamentó.
Dejó una reflexión dirigida a quienes estén por enfrentar una entrevista de visa: “Siento que es más que todo actitud”. También sugirió que las autoridades consulares deberían considerar a personas con perfiles como el suyo: “Introvertidos, antisociales y nerviosos”.
*Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.