Esta vez no hubo milagro para Santa Fe, no hubo ni gol en el último minuto -casi- ni hazaña desde antes de mitad de cancha ni remontada épica. Esta vez Santa Fe, el equipo de los leones, no rugió, no intimidó, y eso que su casa estaba a reventar. Atlético Nacional llegó a Bogotá a cobrar venganza y le ganó bien, 2-1. El grupo B es candela.
La euforia cardenal, el ambiente, la emoción, la fe y la algarabía duraron 30 segundos. ¡30! Los leones salieron a devorarse a Nacional con tanta hambre que Daniel Torres fue al tobillo de Morelos sin percatarse de que estaba adentro del área. Penalti. Cinco minutos después, entre quejas, reclamos y el veredicto del VAR, Morelos pateó y anotó, tan rápido, tan temprano. El hincha cardenal que llegó tarde no lo creía. ¿Cómo así, ya perdiendo? Sí. Y a maldecir...
Santa Fe vs. Nacional Foto:Atlético Nacional
Quedaba por delante todo un partido, toda una vida, toda una angustia. Los cardenales se acomodaron el corazón en el pecho para que no se les escurriera de los nervios y fueron a pelear el partido. A intentarlo. A sufrirlo. A perderlo...
Luego vino el susto. Andrés Román, lateral de Nacional, se desplomó en la cancha. Alarma, atención médica. Se recuperó pero tuvo que ser reemplazado por precaución. El partido, de por sí muy interrumpido en su arranque, siguió su curso.
Santa Fe vs. Nacional Foto:Atlético Nacional
A los 24 minutos un rugido atravesó el estadio capitalino de lado a lado, de esquina a esquina. Fue cuando Mosquera tiró el centro, Frasica remató y el portero David Ospina dio el rebote. Ahí estaba, merodeando como solo saben hacerlo los leones que huelen sangre, Hugo Rodallega, el más letal de todos, atento y oportuno para clavar los colmillos. Remató y adentro, 1-1.
Otro golpe y victoria de Nacional
La afición albiroja entonó otra vez sus cantos y los jugadores se sintieron arropados. El equipo cardenal fue al frente, sediento de otra victoria, pero no se podían descuidar atrás, que no se descuiden, clamaban los hinchas, que no parpadeen en defensa, ordenaba el técnico Bava, pero los pedidos fueron insuficientes. Cándido tiró un centro largo, muy largo, no parecía que llevara fuego, pero quemó. Morelos, el verdugo de la noche, conectó de cabeza mientras Víctor Moreno le hacía vista al balón, como para no perderse el remate, y Marmolejo se quedaba atornillado, y anotó el segundo del verde, en 35 minutos.
Santa Fe vs. Nacional. Foto:Santa Fe
Así se fueron al descanso. Santa Fe regresó con la tarea de encontrar al menos el empate, ojalá rápido, y corrió todos los riesgos para eso, con la manada bien adelante. Ya no tenía a Harold Mosquera, que se fue lesionado y esa baja fue demoledora. Nacional aprovechó su ventaja, reguló su desgaste, lanzó embestidas recurrentes, con velocidad, y sin sufrir atrás. Casi anota el tercero. El partido se convirtió en un combate entre la angustia roja y la tranquilidad verde.
Santa Fe vs. Nacional Foto:Atlético Nacional
Demasiada angustia roja demasiada tranquilidad verde. Santa Fe perdió el ímpetu, se quedó sin fuerzas, pasó de león indomable a manso cachorro. El tiempo se le fue agotando y no sabía qué hacer con el que le quedaba. Nacional se mantuvo alerta hasta el final, para evitar un milagro de los que bien conoce Santa Fe, y casi, con un cabezazo de Moreno que sonó a gol en El Campín.
El verde ganó y tomó aliento con 5 puntos, vive y espera a Millonarios en Medellín. Santa Fe, con 6, pasó de la euforia que traía, a la amargura de volver a perder en casa.
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